Según un estudio realizado en California, tomar clases universitarias mientras los adolescentes se encuentran en el colegio mejora la posibilidad de obtener un título universitario pues los estudiantes experimentan la vida académica preparándolos para afrontar los desafíos y retos de la educación superior.
En el estudio realizado por el Community College Research Center (CCRC) at Teachers College, Columbia University y National Student Clearinghouse Research Center, se encontró que los estudiantes que adelantaron materias ahorraron costos de la matrícula, redujeron el riesgo de abandono y obtuvieron su grado un año antes que los demás.
Descubrieron que cuando los estudiantes eran llevados al campus, éste representaba una experiencia significativa pues estaban expuestos al contexto estudiantil que les demostró que la universidad es un ambiente diferente donde existe más autonomía y el aprendizaje se genera a su propio ritmo.